sábado, 17 de octubre de 2015

DIA 2- ¿LOS NÚMEROS SON BELLOS O LA BELLEZA SON NÚMEROS?

- DIA 2- ¿LOS NÚMEROS SON BELLOS O LA BELLEZA SON NÚMEROS?

Le planteo esta pregunta a una amiga mía,  después de haber asistido a la segunda sesión de la asignatura el concepto de belleza. Ella, que nunca ha sido muy de ciencias, me mira perpleja y me contesta : "Lledó, ni  una cosa, ni la otra. Ya sabes que nunca se me han dado bien los números ni los problemas matemáticos, así que obviamente, no encuentro la belleza en los mismos; y no creo que la belleza, siguiendo este razonamiento, esté basada en números... porque si una cosa bella tiene un razonamiento inspirado en sucesiones numéricas,  me resultaría tan aburrida que dejaría de ser bella!".
Ante tal respuesta, decidí rebatirla y convencerla con algunos de los argumentos que había aprendido en la clase.

Le pregunté de nuevo: "¿Te parecen bellas las pirámides de Egipto?" ; a lo que me respondió: "Claro, ¿ A quién no le gustan?". Le pregunté de nuevo, (exponiéndome a que dejase de ser mi amiga ante semejante interrogatorio), " ¿ Y las pipas de girasol?, ¿ Te parecen bellas?" 





La mirada de atonía de mi amiga iba en aumento... Hasta que le contesté : " Pues ambas responden a la  espiral, secuencia o serie de Fibonacci, también llamada proporción áurea". 

Esta es un número irracional que descubrieron pensadores de la Antigüedad al advertir la proporción existente entre dos segmentos pertenecientes a una misma recta. De forma simple, la Proporción Aurea establece que lo pequeño es a lo grande como lo grande es al todo. 

Podemos encontrar ejemplos de esta proporción en  la música, el arte clásico, elementos de la naturaleza a través de la secuencia Fibonacci o incluso en nuestro propio cuerpo.

La sucesión de Fibonacci es la siguiente:1,1,2,3,5,8,13,21,34,55,… y su representación gráfica seria la siguiente:



Pero, "¿Qué tiene de especial esta sucesión? ", preguntó mi amiga, cada vez más intrigada. Como Drunvalo Melchizedek apunta en su primer libro "El antiguo secreto de la Flor de la Vida", la Naturaleza utiliza esta propiedad para construir sucesiones de longitudes que convergen a la Proporción Aurea, como son las distancias entre ramas sucesivas de un árbol, o las hojas sucesivas en una rama, o las dimensiones de nuestro propio cuerpo, lo que provoca fenómenos naturales como los siguientes:



Ante estas imágenes, mi amiga no pudo negar la belleza de las mismas; por lo que continué explicándole que, para los pitagóricos existía una relación entre belleza y armonía que se expresaba a través de los números, con los que intentaban explicar también la naturaleza del cosmos. 

Parece mentira que algo que hemos rezagado al ámbito de lo complejo, lo aburrido o lo tedioso, como puede pensar algunas personas que son los números están tan presentes en nuestras vidas , y de tan diversas maneras: construcciones arquitectónicas, proporciones humanas, obras de arte... incluso fenómenos naturales pueden explicarse a través de sucesiones y relaciones numéricas. Por el hecho de comprender cómo algunos de los fenómenos naturales aparentemente aleatorios y sin razón que los justifique hallan su explicación en relaciones basadas en los números hace que cobren una belleza adicional. Y es que, siguiendo las enseñanzas de Aristólteles la belleza es conocimiento

Tras mi exposición argumental acerca de cómo los números  y el orden (sucesión) entre ellos podían, no sólo generar elementos y construcciones arquitectónicas de gran belleza (como el Partenón), sino resultar bellos en sí mismos (sí, al contrario que mi amiga, yo encuentro bellos los números en sí), me quedé más que satisfecha, cuando mi amiga sentenció: " Lledó, después de haberme explicado todo esto, creo que tengo respuesta a la pregunta que me has hecho hace un rato... A pesar de que nunca encontraré bellos los números, no puedo negar que la belleza son números".


Y si os planteara la pregunta a vosotros.... ¿ compartís esta respuesta?


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